
¿Hoy es sábado? me pregunto, porque desde hace días, cuando llegué a esta ciudad los tiempos se me han cambiado. Sólo se que hoy es el último día del año. Bastante con eso. Las posibilidades de mejora se multiplican, los deseos fluyen, y la basura parece haberse echado. Pero esta noche, al acostarnos, sabremos que todo es igual a cada día. Los suspiros, los ronquidos, los gatos y la esperanza. Nada más que habremos bebido algunos un poco de más. Otros, no, seguirán en la infinita agonía de este mundo, los sometidos, los pobres, los desterrados y los que esperan en el desierto a que se abra una valla para pasar, como Silvester Stallone alzando los brazos, felices de que esta tierra les haya dado la misma oportunidad que a otros, nada más, nada menos. Por ellos brindaré esta noche. También por los amigos, los que me acompañaron en este año difícil, gracias a los que alentaron mis días y los que me hicieron sonreír, un placer empezar brindar por todos ellos.
la foto, me la sacó marcelo pedroza, en buenos aires, hace unos días.
para mí, es una foto de final de año.