28.1.06


NO HAY FESTIVAL
Por Efraim Medina Reyes
En el más reciente número de la revista Arcadia aparece una breve nota sobre el evento virtual No Hay Festival que, con la colaboración de algunos amigos, estoy organizando. La idea de hacer una revista sobre el “lado oscuro” de Cartagena de Indias y otras ciudades de la Costa Atlántica surgió hace más de un año conversando con los periodistas Tadeo Martínez y Juan Manuel Buelvas, también el escritor e historiador Alfonso Múnera Cavadía se interesó en el tema. Debido a los costos del proyecto y la dificultad de encontrarle patrocinio el asunto no pasó a mayores, pero el sueño siguió intacto y decidí que antes de aterrizarlo podíamos hacer un vuelo virtual sin escalas que parte este jueves 26 de enero en el sitio web de Fracaso Ltda. El nombre, por supuesto, está inspirado en el Hay Festival que se realiza esta semana en Cartagena y es nuestra forma de darle una calurosa bienvenida y reconocer su importancia para la ciudad y el país mismo. Eventos como Hay Festival pueden generar titulares de prensa positivos sobre Colombia en el exterior y son una magnífica oportunidad, para quienes tendrán el privilegio de asistir a las charlas, de escuchar, conocer y tener el autografo de excelentes autores como Vikram Seth, Hanif Kureishi o Belisario Betancur.
Como deja entrever la nota de Arcadia, nuestro No Hay Festival pretende mostrar a través de crónicas, reportajes, ensayos y columnas la grave situación que afronta la otra Cartagena, la Cartagena que no sirve para hacer postales ni festivales internacionales de nada; la del colombiatón, la ruina ambiental, el desempleo, los desplazados, la miseria absoluta, el comercio sexual de menores... esa Cartagena desolada, inmóvil e invisible que sólo recibe personajes “ilustres” en tiempo de elecciones. Con fotografías, videos e historietas No Hay Festival tendrá escritores en Bazurto, Nelson Mandela, Zona Suroriental, Henequén, Mis Cojones y otros barrios y zonas periféricas. Los visitantes de la página podrán dejar libremente sus mensajes, comentarios e inquietudes a los diferentes autores. Entre quienes han confirmado su presencia a esta primera entrega de No Hay Festival se encuentran Juan Manuel Roca, Daniel Samper Pizano, Alberto Salcedo, Heriberto Fiorillo, Alvaro Restrepo, Cristian Valencia, Alfonso Múnera Cavadia, Rómulo Bustos Aguirre, Daniel Samper Ospina, Miguel Iriarte, Andrés Felipe Solano, Alonso Sanchez, Antonio Ungar, Ricardo Silva, Ernesto McCausland, Tadeo Martínez, John Junieles, Juan Manuel Buelvas y Alvaro Suescún.
Volviendo al tema de Hay Festival, y a ciertos mensajes desobligantes que circulan por internet, creo que no hay razón alguna para satanizarlo; se trata de una cita más de la vasta agenda del turismo literario y digo turismo porque los escritores en esos eventos aparte de pasear poco hacemos. La rutina es más o menos la misma: los escritores, internacionales, nacionales y locales, echan el cuento que se saben de memoria, los moderadores muestran su habilidad en el tema, al terminar la cháchara el público suspira aliviado, aplaude y, en caso de haberlos, se abalanza sobre el coctel y los pasabocas. No existe razón para esperar que en un encuentro literario, y menos si está apadrinado por el creador de Macondo, la realidad cuente mucho. Como en un reinado de belleza, lo único que suele ponerse a prueba al juntar varios escritores es la vanidad. El resto lo harán los medios cuya eficacia para redimensionar cualquier asunto y darle, si es necesario forma y fondo al vacío, no se discute. Así, como ya dije antes, la ciudad y el país conseguirán ser noticia positiva en el exterior y quizá uno que otro turista se decida a visitarnos.
La idea de tener a Cartagena como escenografía de Hay Festival, que ya se ha realizado en otros países, fue del turista literario profesional Carlos Fuentes (digo profesional porque su tarifa para dar conferencias y asistir a festivales es de las más altas del mercado). No le falta razón a Fuentes, autor entre otros textos de “Gustavo Cisneros, el adelantado” (un elogioso prólogo a la biografía autorizada del magnate venezolano por el que se dice cobró 50.000 dólares), al considerar que el casco histórico de Cartagena sería un telón de fondo perfecto para el evento. Los cartageneros estamos acostumbrados a ver como las autoridades “limpian” en esos días cruciales las calles céntricas de indigentes y prostitutas de baja tarifa, restringen un poco el tráfico y “ahuyentan” a personajes populares que a su parecer no resultarían agradables para los visitantes como ha pasado varias veces con Pambelé. Toda puesta en escena tiene sus exigencias y hay que soportarlas para que, como dicen los organizadores de Hay Festival en su página oficial “Grandes escritores (como Belisario Betancur, Jorge Franco o Héctor Abad) formulen verdades sobre el mundo, que nos hagan entenderlo y planteárnoslo de nuevo”. Y a los estudiantes que se sienten traicionados porque deberán ver el show por circuito cerrado les pido que se dejen de pendejadas; el perfil de Hay Festival es ese, ya ocurrió lo mismo en Paraty (Brasil), se trata de que los escritores sientan los gritos de sus fans... ¿o acaso los gritos sólo deben ser para Juanes y Shakira? La única cosa que me produce cierto fastidio, teniendo en cuenta el espíritu filantrópico que parece animar Hay Festival y los poderosos patrocinadores que tiene, son los costos de las entradas. En la mayoría de festivales literarios de que tengo noticia el público ingresa gratis y aunque es probable que para los turistas y la pequeña clase adinerada de Cartagena el precio del tiquete no pase de ser “una mera contribución simbólica” no sobra recordar que la bella Cartagena de Indias posee el cordón de miseria más grande de América Latina y el 80% de sus habitantes están condenados a sobrevivir con menos de un dólar al día. Digo esto a modo de ilustración y sin pretender, en ningún caso, restar méritos al enorme esfuerzo que seguramente demanda, y cito de nuevo la página oficial del evento, traer “el sello de hedonismo de Hay Festival” a nuestra ciudad.
Espero, con este artículo, haber respondido a quienes injustamente reclaman de Hay Festival cosas diferentes al goce de escuchar en vivo a buenos y reputados escritores. Sería un despropósito exigir que un simple festival literario discuta, se interese o recorra las enfermedades endémicas de Cartagena o el país; esa labor es responsabilidad nuestra y debemos reforzar los espacios que existen y crear nuevos para asumirla de forma seria y continua. No Hay Festival, que pueden visitar desde mañana clicando
www.fracasolimitada.com, es un pequeño aporte al tema y esperamo s en poco tiempo transportarlo del mundo virtual a esa otra Cartagena donde “el sello del hedonismo” jamás ha puesto los pies.



Esta invitación a pinchar www.fracasolimitada.com me ha llegado hoy por correo. Conocí a Efraím a través de Mori Ponsowy y su blog Goma de borrar. Él ha escrito profundas y divertidas reflexiones en ese blog. Pero lo que terminó de cerrar (o abrir) mi admiración por Efraím fue cuando asistí, recién llegada a Buenos Aires a la presentación de su libro Pistoleros/ putas y dementes, de Editorial Bajo la Luna.
Fue una noche llena de escritores y amigos y anécdotas sobre el viejo y el nuevo continente, de cómo hablan los colombianos, cómo los italianos y cómo los argentinos, de carne de la buena y vino y cañas de las más o menos,pero fue una de esas noches para recordar, porque había conocido un escritor, sincero, talentoso y querible.
Ya he subido poesía de él, ésto es distinto. Pero indudablemente tiene su sello.
El dibujo es de baltasar, mi hijo de 10 años, se llama el calamar gigante o américa latina. ël también tiene su blog, abandonado,pero lo tiene, es pelenbal.

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