hace diez años y unos meses
estábamos esperando a
nuestro rey mago con
valdi, el de la izquierda.
vivíamos a veces bucólicamente
otras no tanto
en una casa con un lote lindero
cerrado con un gran muro gris.
un día, valdi, el de la izquierda,
quiso pintar allí un graffiti.
yo no quería,
no quería problemas con los vecinos,
no quería que ningún desalmado
viniese a escribirle con aerosol.
en fin, no quería.
entonces valdi, el de la izquierda,
que si en algo me aventajó siempre
fue en no hacerme caso,
lo dibujó, y creo que me llamó
para pintarlo o terminarlo.
no recuerdo.
valdi siempre dibujaba,
yo pintaba.
la cuestión es que quedó
el barco de manzana,
un logo que él había hecho
estampado en la pared.
los vecinos nos halagaron por
mucho tiempo con sus elogios.
baltasar , nuestro hijo,
estaba todavía en mi
barriga abultada
como se ve en la foto,
a la derecha.
hoy, pensamos con balta,
el de la derecha,
(que ya creció, y tiene capacidad
para dibujar o pintar)
"aggiornar" el graffiti.
mientras pintábamos
con los nuevos colores
pasaban los vecinos
y nos agradecían
como hace diez años
y algunos meses.
yo le contaba esta historia
y baltasar sonreía.
aquí están entonces,
la foto, el mural y el hijo,
según pasan los años.
estábamos esperando a
nuestro rey mago con
valdi, el de la izquierda.
vivíamos a veces bucólicamente
otras no tanto
en una casa con un lote lindero
cerrado con un gran muro gris.
un día, valdi, el de la izquierda,
quiso pintar allí un graffiti.
yo no quería,
no quería problemas con los vecinos,
no quería que ningún desalmado
viniese a escribirle con aerosol.
en fin, no quería.
entonces valdi, el de la izquierda,
que si en algo me aventajó siempre
fue en no hacerme caso,
lo dibujó, y creo que me llamó
para pintarlo o terminarlo.
no recuerdo.
valdi siempre dibujaba,
yo pintaba.
la cuestión es que quedó
el barco de manzana,
un logo que él había hecho
estampado en la pared.
los vecinos nos halagaron por
mucho tiempo con sus elogios.
baltasar , nuestro hijo,
estaba todavía en mi
barriga abultada
como se ve en la foto,
a la derecha.
hoy, pensamos con balta,
el de la derecha,
(que ya creció, y tiene capacidad
para dibujar o pintar)
"aggiornar" el graffiti.
mientras pintábamos
con los nuevos colores
pasaban los vecinos
y nos agradecían
como hace diez años
y algunos meses.
yo le contaba esta historia
y baltasar sonreía.
aquí están entonces,
la foto, el mural y el hijo,
según pasan los años.
4 comentarios:
Danixita, qué bonito ver como el paso de los años es una bendición...Un barco más fuerte y estable, una estrella más esperanzadora y un hijo que estará lleno de amor, y como un manto que lo cubre todo de calor...el sol y tu cariño.
Sí, van pasando los años, y que bien que sea así, aunque a veces nos duele, y los años, lo que se ha vivido, se ha dejado de vivir y lo que nunca se vivió, empiezan a pesar..., y menos mal que cambian las cosas..., ojalá que siempre cambien así, creciendo, añadiendo, ganando en fuerza y energía, construyendo algo nuevo sobre los fundamentos antiguos, conservando lo justo, cambiando lo necesario......
Un beso, Andrea.
gracias niñas, que lindos comments, todavía estaba terminando de componerlo, verlo y subirlo cuando iban llegando los comentarios,
princesa, andrea,
un beso según pasan los comments!
..hacer un barco de manzanas no es presiso,
abultarse si.
O viceversa,hacer crecer una manzana tampoco,
ponerse una corbata y bañarce si.
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