21.6.06

libertad


LAS PALABRAS
Texto inédito de Julio Cortázar
En su texto "Julio ese vigía", Vicente Zito Lema
hace referencia a un encuentro en el centro cultural
de La Villa de Madrid en 1981, donde Julio Cortázar
brindó una charla memorable sobre el valor de las palabras.
Este acto, que contó con el auspicio
del Ayuntamiento de Madrid,
recordaba el quinto aniversario del golpe militar en Argentina;
tiempo más tarde fue considerado como uno de los eventos
emblemáticos de la resistencia democrática en el exilio.
Hubo dos hechos afortunados para nosotros: que alguien
haya tenido la feliz idea de grabar la conferencia de Cortázar
y que Carlos Laquinandi, un bahiense ( de Bahía Blanca, Argentina)
que participó de la organización, catorce años después,
nos hiciera llegar la trascripción que
hoy reproducimos por primera vez en Argentina.

Si algo sabemos los escritores es que las palabras pueden llegar a cansarse y a enfermarse, como se cansan y se enferman los hombres o los caballos. Hay palabras que a fuerza de ser repetidas, y muchas veces mal empleadas, terminan por agotarse, por perder poco a poco su vitalidad. En vez de brotar de las bocas o de la escritura como lo que fueron alguna vez, flechas de la comunicación, pájaros del pensamiento y de la sensibilidad, las vemos o las oímos caer corno piedras opacas, empezamos a no recibir de lleno su mensaje, o a percibir solamente una faceta de su contenido, a sentirlas corno monedas gastadas, a perderlas cada vez más como signos vivos y a servirnos de ellas como pañuelos de bolsillo, como zapatos usados. Los que asistimos a reuniones como ésta sabemos que hay palabras-clave, palabras-cumbre que condensan nuestras ideas, nuestras esperanzas y nuestras decisiones, y que deberían brillar como estrellas mentales cada vez que se las pronuncia. Sabemos muy bien cuales son esas palabras en las que se centran tantas obligaciones y tantos deseos: libertad, dignidad, derechos humanos, pueblo, justicia social, democracia, entre muchas otras. Y ahí están otra vez esta noche, aquí las estamos diciendo porque debemos decirlas, porque ellas aglutinan una inmensa carga positiva sin la cual nuestra vida tal como la entendemos no tendría el menor sentido, ni como individuos ni como pueblos...

(extractado de la revista vox nro 1, de junio de 1995)

la ilustración pertenece a Andrea, una nena del Patronato de la Infancia de Bahía Blanca.

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