30.8.06

crónica de una mañana agitada



Llegar al Ex Hotel Provincial y que tenga sus puertas abiertas, presagiaba una buena jornada.

Eran aproximadamente las 9 y 30 cuando traspasé las puertas antes giratorias, dejando atrás los sucesivos carteles que anunciaban: Primer CONGRESO Argentino DE CULTURA con la a gigante sobre un fondo verde, un diseño sobrio y pregnante.

Al entrar al famoso lobby , un montón de personas iba y venía, mirando para arriba, mirando entre la gente, los rostros, qué raro me dije, no presagiaban ninguna buena jornada.

Después de integrarme a varias colas que prometían darme la credencial al llegar al final sin resultado, me dirigí a informes. Luego de esperar un rato nomás, 10 ó 15 minutos, me dijeron que si me había anotado por internet y no había recibido respuesta, entonces me dirigiera a Prensa local 39 y pregunte allí , ¿perdón dónde está prensa?- cerca de la entrada al Auditórium , a 50 m -¿50 m?, creo que más... bien, va a ser un buen ejercicio si pienso estar todo el día escuchando ponencias, me consolé.

Llegué al local 39 y encontré a una señora mayor que luchaba por lo mismo que yo, (nada más que ella era de un prestigioso medio del barrio de Montserrat, según me dijera más tarde, justo antes de retirarme el saludo por portarme mal...sic... ¡Ay... qué dolor!).

Nos dijeron que volviésemos al Hotel Provincial, pero apelando al nombre de una tal Susana que ya no recuerdo como se apellidaba. Bien, nos dirigimos hacia el lugar, recordando ese nombre como el de Dánica Dorada era para untar(recuerdan el spot publicitario?)... y después de¿60 m?, creo que más, fuimos a informes . La gente de ahí, muy bien predispuesta , comenzó a buscar a la consabida señora, sí..la de dánica dorada...y nadie la veía ni tenía noticias de ella...

Así fui y vine unas cuantas veces, hice otras colas otras tantas veces, al final y para resumir: un “coordinador” de informes me dijo que no conocía a la señora en cuestión, pero que era muy probable que si era de prensa, ya estuviera en la apertura, y que volviera al local 39 y le pidiera a un tal nosecuánto que me diera la dichosa credencial.

Llegué al local después de caminar unos ¿ 70 m? , creo que más, y pregunté por la señora Susana de Dánica Dorada o el señor Nosecuánto , y me contestó una joven que era ella la señora que se suponía estaba en la apertura y ofreciéndome un cartón violeta me dijo, ¡Tomá! Y así fue como recuperé mi sonrisa y me dirigí hacia el Hotel Provincial , nuevamente mis ¿80 m? Creo que sí, y entré dispuesta a hacer la última cola que uniera a los planos del lugar, la información de las ponencias, mi carpeta, y mi bolígrafo, todo muy bien guardadito en un hermoso maletín azul, con la a en verde.

Cuando me dirigí con el preciado objeto hacia el lugar de la apertura, las credenciales ostentadas en los pechos que iban en la dirección opuesta ,me avisaron que la apertura ya se había terminado, o sea, más que apertura si seguía en esa dirección iba a presenciar la clausura de la apertura.

Respiré hondo, retrocedí sobre mis pasos y me encontré con la Arq. Di Dorio, que comenzaba con el trámite que yo había terminado.

Ella tuvo más suerte. Era su cumpleaños

Aunque para muchos de mis lectores de allende los mares parezca ridículo, por primera vez se realiza en este país, un congreso para pensar la cultura que queremos con éstas características, donde participan todas las provincias (23) y todas las regiones. Se realizó en la sede de un hermosísimo hotel , ahora cerrado por cuestiones medio económicas, medio burocráticas, medio políticas: el Hotel Provincial, perteneciente a la Provincia de Buenos Aires, que no es lo mismo que la ciudad de Buenos Aires...aunque la contenga en su territorio.

Si no me falla la memoria de escolar,para que se den una idea, la provincia de Buenos Aires es aproximadamente tan grande como España y cuenta con 15 millones de habitantes.

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