Cuando uno escribe desde el centro de su alma,
va tejiendo su propio mandala,
como si quisiera entenderse a sí mismo.
He ahí la razón de los blogs.

CARTAS DE NINGÚN LUGAR

..."-¿Qué pensarías, querida, de una persona que escribe cartas a otra y nunca las echa en el correo?-preguntó el doctor Wimmer a su mujer, en la salita de Bruselas-Uccle, como quién no quiere la cosa.
- Que no está bien de la cabeza.
-¿Y de una persona que se escribiera cartas a sí misma ?- insistió el doctor.
-Oh, eso es más grave-contestó la señora Wimmer sin dejar de hojear una revista de cotilleos-. En ese caso , la persona está realmente mal y debería venir a verte a ti , querido.
-Claro, claro...De todas formas, hay que admitir que enviar una carta a alguien tiene sus responsabilidades...
-No más que una llamada telefónica.
-Discrepo, querida. Las palabras se las lleva el viento, pero lo escrito queda ahí, sobre el papel, y puede ser utilizado en el futuro como un chantaje moral. Muchos de mis clientes escriben cartas, pero nunca las envían.
-¿Y qué hacen con ellas? ¿Las guardan?
-Las rompen. En realidad no son cartas, sino confesiones y consideran una especie de suicidio que esas cuartillas lleguen a su destinatario."...

Este extracto pertenece al libro de Emilio Garrido, Ningún Lugar de editorial Meteora.Es una de las tantas cuestiones que plantea su novela.
Otra faceta más del director de la Bañera...
El mandala se llama Luna Roja, pertenece a Silvia Maldini, para saber más sobre ella, ir a su website:
www.maldini-art.com