25.10.05

pequeños signos


les sugiero
a todos los que leyeron el blog
y alguna vez se han encontrado con
unos pequeños signos
metidos
sutiles
abstractos
y jodidos
que lean todo nuevamente
pues
no era visión mía
ni intención
que
esos bichos
estén ahí
interfiriendo
las bellas palabras
que ya no de mi boca
ni de mi pensamiento
salieron
sino de las
más sensibles almas
a las que agradezco
una vez más
compartir éstos
invisibles
errores

vuestra,
Diana.

Gracias sobre todo a mi hermana, por haberlos visto y haber callado, pensando que eran una señal invisible que yo emitía. Ella, la de camiseta a rayas, yo, la del gorro, hace algunos años con Pepe, que se ríe desde el último rincón del cementerio de Pueblo Italiano. Merci Ale!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Diana:
La emoción se hizo piel de gallina al saber de tu partida con la voz traspasada de nuestro bardo levantino. Ahora regresas y a todos los que nos entregaste parte de tu alma volatinera llevas guarecidos en tu mochila inquieta. A mí cuando el mundo más feo y feroz como lobo forestal me amenazaba, me acogiste sin preguntar ni exigir ni pedir salvoconducto, y ahora gracias a gente como tú, Valdi inolvidable, y el seductor Baltasar vuelvo a sonreír aunque apocadamente pero sin ese apuro que coarta el latido. Que allí donde llegues recuerdes siempre que si el amor queda fuera de juego como jugador distraído y penalizado lo que hay vale nada.
Siempre agradecido y en el recuerdo de un balcón sobre destellos de mar y bruma africana.
Tu huésped ese Ángel desangelado.

Anónimo dijo...

Una vez más,
Ángel
me gustaría que el
mundo entero te conociese
y que se llene de Angelitos
desangelados como vos.

Diana

Anónimo dijo...

Gracias por la sugerencia de releer sin bichos, pues yo los encontré el sábado después de escuchar la radio y a la vez conocer de tu existencia, y a pesar de ellos me quedé relajada en tu Hammam. Si es cierto que te vas, desearía que siguieras entregando tu alma a este espacio,de corazón.
Amazor

Diana Laurencich dijo...

sí, si voy a seguir, el programa y el hammam continuarán en mi vida, esté donde esté.
Me alegro que te encunentres a gusto aquí, cómo le dije a Emilio en mi primera carta: "es un refugio para batallar contra el destino".
un abrazo

Anónimo dijo...