14.1.06


HUBIERA SIDO MÁS FÁCIL


Recuerdo que de chica

deshice el nido que un pardal

había construido en el jardín de atrás.

Durante días vi al ave

buscar líquenes y telas de araña,

anudar tallos de hierba,

tejer habitaciones esmeradas

que yo soñaba para mí.




De nada sirvieron mis esfuerzos

por entender su geometría:

estas dos manos y mi cerebro grande

no bastaron para alcanzar

la sabiduría del pardal,

arquitectura más allá de la razón.



No me di por vencida.

Así como violé el nido,

empecé a desmenuzar amores de infancia,

a arruinar mi cuerpo,

a desviarme del camino trazado para mí,

todo para entender pequeños hechos cotidianos

como la vergüenza que sentí

cuando mi padre me hizo lamer

el piso de la cocina

un mediodía de abril.



En mi vida, sólo he querido aprender,

pero cuanto he hecho es ir hacia atrás,

a la ignorancia, como si mi estupidez creciera

mano a mano con mi edad.



Y aunque cada año

las interrogantes se hacen más sencillas,

todavía hoy carecen de respuestas:

en vez de sabiduría

sigo tropezando con preguntas,

en vez de ir hacia adelante,

desando los libros que he leído,

las cosas que he aprendido,

y aun cuando sé mi nombre

no tengo ni idea de quién soy.



Hubiera sido tanto más fácil ser

una brizna de hierba,

una ameba sin memoria,

incluso el agua

derramada en el piso

de esa cocina con sol.


que bello poema de Mori Ponsowy, que bello acompañando el sábado gris de verano en mar del plata, escuchando a Emilio, hablando desde su bañera en uropa, en una valencia helada, que melancolía el malikian y su tema" princesa " adornado de tristeza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Diana, ya te escribiré más detalladamente, sólo para que le hagas llegar a Mori un saludo y que algún día nos conoceremos en persona, espero. Quería escribir "me encanta el poema", pero no es eso, es otra cosa, no sé, ahora se no me ocurre la palabra precisa.... Y gracias por dejar que los sentimientos fluyan en las aguas de la bañera.

Diana Laurencich dijo...

ya mismo le escribo, a mí también este poema me parece bestial.
beso

Mori Ponsowy dijo...

Gracias, Andrea. Gracias, Diana. Es una felicidad cada vez que un lector desconocido se emociona con las palabras que uno ha escrito. Tus tapices, o gobelinos, Andrea, me parecieron maravillosos. Imaginé alguno de ellos ilustrando la tapa de algún libro mío.