7.2.06


La gata juega con un peluche-conejo,se divierte y se enrosca,es patética e ingenua.¿Mi alma gemela?.Mikel Laboa canta despanzurrando su voz. La abre en miles de otras,a veces como quejidos felinos.El acordeón clava sus agujas rítmicas en mis recuerdos.Ya pasó, una jornada más,rebosante de quehaceres ineludibles,de espaldas rotas y ojos enrojecidos frente a este azul virtual.
Descanso,mi nuca se dobla y me adormezco con el frío en la punta de los dedos.Suspiros largos de invierno,la comedura de tarro de Djordi con la que empecé el día,casi de otoño, gracias al viento.
La gata maúlla y me busca.Son varios los que hoy dependen de mí.
No sólo el peluche-conejo destrozado.

la pintura es mía, de la serie Gure Hitzak, o las palabras vascas,
un homenaje a Mikel Laboa.

No hay comentarios: