29.11.05
Hay dos clases de personas.
Los que viven, juegan y mueren.
Y los que se mantienen en equilibrio en la arista de la vida.
Los actores.
Y los funámbulos.
Maxence Fermine, en su magnífico libro: Nieve, editado por Anagrama, Barcelona.
Mi papá y mi tío (sentados), el primero de enero de 1950, en la terraza de mi casa.
Como dice en otra parte el mismo Fermine:
Una mañana, nos despertamos. Es el momento de retirarse del mundo para que nos sorprenda mejor.
Una mañana, nos tomamos tiempo para vernos vivir.
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