6.2.06





Había sol cuando
me desperté.

Todo
estaba iluminado.


La gata se enredaba entre mis piernas

en una cantidad de infinitos
impensables para alguien
que no sabe de matemáticas.
Fuimos jugando así hasta el jardín,
abriendo las ventanas a la vida
como cantaba mamá.
El paso del tiempo lo marcaba
el goteo incesante del grifo
de la cocina, que todavía no vinieron
a arreglar.
Tic,tic, tic toc, tic tic, tic toc,
pim pim, tic toc,
pim pim, tic toc,
pensé en el chiste ese que le cuento a Baltasar,
malísimo,
sobre como se inventó la música,
¿parará papá?
parará pachín
padre e hijo en un coche viejo, avanzando por una
ciudad de lluvia,
el hijo pachín, y el padre cómo se llamará?
Dejé las dudas a un lado y puse la pava al fuego,
casi no quedaba yerba para mi mate,
comezó mi malhumor,
¡por dios, que fragilidad de carácter!
hay que compartir,
hay que dejar que los otros consuman la yerba
de uno y sonreír,
hay que ir a comprar un poco más de yerba,
total... yo tengo dinero, ellos no,
son jóvenes
son jóvenes, veinte años menos....
fue ahí me parece cuando empezó a soplar el viento,
mamá se anunciaba entre las hojas del nogal, soplando
desde un cielo inexistente.
Mamá sopló y vinieron las nubes,
y oscurecieron
el sol, y la mañana, y el jardín,
el frío se hizo carne de gallina,
y la rutina dolió
al sacar la ropa de la soga.

Otro día más,
pero este
sin sol.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

como nos cambia el animo por cosas aparentemente insignificantes,pero no es la yerba,supongo,es la sensibilidad del artista puesta en todos lados.....aveces bien,aveces mal....

Alumnedelmon dijo...

Mi padre me contaba la misma historia de pachín y papá. Me ha hecho ilusión leerla en tu blog, danixa. Mi post de hoy es frío, y el tuyo tiene algo de tristeza. Así que te mando un abrazo tierno, rodeado de besos de mariposa y una sonrisa en el lazo.

Luz, luz, luz...

djordi dijo...

es bello este post! conozco la sensación, ese levantar alegre "abriendo las ventanas a la vida", para acabar el día cansado y con los ánimos por los suelos...
yo entonces siempre me pregunto cuál fue el momento en que todo se torció y pocas veces consigo detectarlo con precisión...
*
me gusta la paz silenciosa de tu jardín. podría ser refugio, inspiración y bálsamo en momentos difíciles.
besos.

Diana Laurencich dijo...

vía lactea, no es la yerba, claro, me entendiste bien.
z, no puedo creer que tu papá te cuente esa historia, hasta pensé que de tan ridícula la había inventado yo, algún día de esos en los que no sabés con qué calmar a los hijos.
djordi, gracias,es una placer saberte ahí.