2.12.05


"¿Qué buscas?", me preguntó. "No sé. Pero en cuanto lo encuentre te lo digo". Volví al cuarto con una botella de vino: "Esto era lo que buscaba". Estefanía me miró en el colmo de la tristeza: " No, no has entendido. Las cosas no son así".

No sabes lo que bebimos esa noche. Pero esta vez no nos dio por reír, no nos dio por enseñarnos las espirales del ombligo para demostrar la estirpe boreal de nuestros abuelos, ni se me ocurrió, siquiera, hablarle a mi prima de la rosa de Rilke que representa la unión de los contrarios, o de los cadáveres de rosas en féretros de espumas de Villaespesa...No, esa noche escupimos nuestras agallas en las arenas, las espinas rondaron los pechos de Estefanía y yo sentí que mi lengua se hundía en el corazón seco de los gritos. Y es que esa noche buscábamos ,sin saberlo , una pelea. La encontramos, al fin, y encontramos unas palabras horribles- que jamás nuestro amigo sospechó que existieran- y que nos dijimos sin tener la menor compasión de nuestro amor, que se hizo chiquito de la vergüenza hasta que lo perdimos de vista.


UF! que maravilla este Palinuro de México. Qué maravilla Fernando del Paso.
Esta segunda edición de Alfaguara de octubre del 78, comprada en una librería de Mar del Plata,
este premio de Novela de Mexico, 1975, tiene para mí, más de una historia entrecruzada.
Sus 725 páginas nos atraparon en el invierno de 1992 en la ciudad de Munich, gracias a su traductora al alemán, que nos la mostró. Años antes y sin que nadie le pague un peso, tradujo esta novela y se la envió a Fernando del Paso, que por supuesto no la conocía.
Tenía veintipocos años. Era callada y risueña. Valdi la llamaba Olivia.
Fernando del Paso, al ver semejante traducción, la quiso conocer y se hicieron amigos y el libro de editó al alemán.
Ahora, Susanne Lange, es la traductora más preciada entre los traductores de ese país,vive en Barcelona, y tuvo a su cargo nada menos que el Quijote, versión que saldrá en el 2008 si mal no recuerdo.
Una hermosa persona, y un gesto que tuvo su recompensa, pero que para el que lee el Palinuro, entiende la tarea bestial que hizo Susanne antes de la " fama".
Realmente es una de las más bellas historias que leí.
En honor a Susanne, una botella de Elenio Pico, pintada en una tienda de BCN.

4 comentarios:

djordi dijo...

diana, me encanta tu hammam!
ya había estado antes por aquí, sin dejarte un comentario, ya que me quedé con ganas de mandarte un email decente. lo haré uno de estos días.
besos,
djordi

Anónimo dijo...

Ah, Palinuro, Palinuro..
Bien, Diana!

Diana Laurencich dijo...

gracias djordi,te espero.
ale:si algo nos une más que la hermandad es el Palinuro no?
la felicidad que me produce subir algo de él, es la felicidad tuya de leerlo...bien Fernando del Paso!

Diana Laurencich dijo...

entendiste palinuro?